20120226

LA TRIPARTICIÓN DEL MUNDO EN LA MITOLOGÍA BON

"Otro modo de tomar en consideración la cosmología Bön consiste en la separación entre las esferas visible e invisible. La primera contiene el mundo físico de los hombres, los animales y los seres celestes. La segunda incluye una jerarquía de fuerzas sobrenaturales, ocho ejércitos de divinidades y demonios que permanecen en los siete reinos cósmicos. El ser humano es el centro mismo de la interacción de esas fuerzas cósmicas. El cumplimiento de un determinado procedimiento sacramental o de los ritos prescritos por los adivinos u oráculos era considerado como el medio más activo para influenciar las fuerzas cósmicas. Era en este modo que se preveían las tormentas, se curaban las enfermedades, eran interrumpidas las sequías y confundidos los enemigos. Las inobservancias de las prescripciones sagradas y del mantenimiento de la armonía entre la interioridad y la naturaleza se entendían como la causa de la llegada de todo tipo de calamidades naturales a la comunidad." (en "Mythes et dieux tibétains", de Fabrice Midal. Ed. du Seuil, Paris, 2000, pág.119) Padmasambhava, en su llegada al Tíbet, tuvo que enfrentarse a la hostilidad de la religiosidad Bön; sin embargo, como en tantas ocasiones ha sucedido entre otras formas religiosas o culturales, derrotándolos, acabó por incluir en parte en los rituales tántricos aspectos que habían formado parte de esa tradición.
FUENTE DE LA IMAGEN: http://www.boandbon.com/bon.html

20120225

SIN JUICIO


Más allá de la mayor o menor afinidad estética que pueda sentirse en relación a lo que se nos ofrece, se trata de reconocer una muestra más de la misma disposición devocional hacia Gurú Rinpoché y su consorte Yeshe Tsogyal. A veces, la determinación a no ser juez -no siendo nunca parte- resulta difícil de sostener. Pero ahí va, prescindiendo de gustos personales: otra versión distinta del mismo mantra. Viéndolo y escuchándolo más de una vez se hace entrañable; las burbujas de energía que emergen cobran fuerza y la respiración, sincopada, se altera y crece.

20120219

SEÑALES EN EL CIELO


Quizá algo así acompañó en su tiempo a Padmasambhava por las cimas del Himalaya. El cielo -y la tierra- saben señalar con claridad distinta la presencia indiscutible de los que los enlazan. Padmasambhava fue también eso, una conexión viva entre el cielo y la tierra que no dejó ni a uno ni a otra indiferentes. Ver la imagen del arco iris formándose sobre el Everest, en su fotográfico esplendor un tanto artificioso, nos ha llevado así al Maestro Precioso, Gurú Rinpoché, Padmasambhava. Brillando más allá y aquí; siempre encendido.

FUENTE de la imagen: http://pijamasurf.com/2011/03/espectaculo-sublime-nube-arcoiris-cobija-la-cima-del-monte-everest/

20120218

ARDO EN EL NIDO

Encuentro entre tus brazos, escondido,

la fuerza que perdí perdiendo el mundo;

escucho de tu boca –y no es sonido-

palabras que dan norte al vagabundo:


son órdenes secretas y sin ruido,

son voces de luz blanca en que me hundo

para salir a flote y ser herido

por su mismo esplendor, raro y fecundo.


No supe que eras tu –si es que lo has sido-

la sombra presurosa que reclama

venir de nuevo aquí, donde hay olvido.


Donde hay olvido vengo, estoy, y pido

tan solo que me arrastre a ti la llama.

Es clara y está quieta; ardo en el nido.

20120212

ATAJOS Y CAMINOS

La pluralidad de vías que la práctica tántrica ofrece puede y no puede ser interpretada como si de una clasificación jerárquica se tratase. Hay vehículos más sencillos, otros más complejos y elevados; unos son preliminares, otros se presentan desde la culminación mostrándose simplemente a sí mismos... Un estudio de interés sobre la figura de Padmasambhava, "Las enseñanzas de Padmasambhava y el budismo tibetano", de Fernando Mora, en ed. Kairós, nos dice en la página 52 algo al respecto: "El vehículo óptimo será aquel que mejor se adapte a la capacidad real de comprensión del invididuo y los otros vehículos -ya sean más o menos sofistificados- no serán, en ese sentido, operativos para él. Lo habitual es profundizar en la práctica de un determinado sistema hasta encontrarse suficientemente preparado para cambiar, si así se desea, a otro tipo de adiestramiento. No es necesario, sin embargo, contar con una realización completa de los tópicos propios de cada vehículo para acometer otros estilos y métodos de práctica más avanzados, aunque es imprescindible aquilatar la suficiente comprensión y un mínimo de experiencia meditativa, porque cada vehículo proporciona el contexto o el trasfondo adecuado para abordar el vehículo subsiguiente.
No obstante, no puede olvidarse que, aunque se trata de casos extremadamente raros, ciertas personas, que cuentan con una inteligencia perspicaz y una estrecha conexión con la enseñanza pueden abordar directamente la práctica de los vehículos superiores. En el Ahapramansamgatti se afirma: "La gran medicina para los buscadores de la iluminación gradual es veneno para los buscadores de la iluminación súbita. La gran medicina para los buscadores de la iluminación súbita es veneno para los buscadores de la iluminación gradual". Hay algo en todo ello que recuerda también la polivalencia de las diversas manifestaciones de Padmasambhava, siempre distinto en su apariencia y su comportamiento según las necesidades y las características concretas de sus interlocutores. Padmasambhava fue tantos distintos como distintos fueron los que por su contacto entablaron vínculos con el verdadero autoconocimiento transformador -el que reduce la importancia personal, minimiza el ego y enlaza con la totalidad a través de la sabiduría y la compasión. Las distintas manifestaciones de Padmasambhava son también los diferentes vehículos de la práctica: a cada cual el suyo. No está establecido de antemano si es mejor seguir, día a día, el impecable recorrido del camino en todos sus términos, o si lo es el dejarse caer, en un instante, por el atajo que asciende a lo más alto.
Fuente de la imagen: http://www.artovermind.com/deutsch/galerien/wallpapers-deutsch/padmasambhava-wall-d.html

20120211

MAHAKALA EN PRIMER PLANO

"Las divinidades airadas forman un panteón muy variado en el interior del budismo tibetano, manifestando el poder y la viveza de la compasión activa de los Budhas. Mahakala de seis brazos es una de las figuras más corrientes. Bailando en medio de un halo de llamas, vestido con un despojo de elefante y con una piel de tigre, adornado con ornamentos funerarios (símbolos de la muerte y el egocentrismo), esgrimiendo diversas armas, haciendo juegos con sus enormes ojos y mostrando sus caninos, la divinidad vela ferozmente por la seguridad de aquellos que avanzan en el camino espiritual, pronta a apartar los obstáculos que se les presenten." (pág. 75, "El templo tibetano y su simbolismo", de Lama Chöky Sengue, en Ediciones Chabsöl, Huesca)

Fuente de la imagen: http://snail-lady.deviantart.com/art/Mahakala-portrait-117989889