20120122

NYINGMA ÖSER (III)

"En ese período, Padmasambhava fue conocido como el gran yogui que podía dominar el tiempo, que tenía poder sobre el día y la noche y las cuatro estaciones. Ese aspecto yóguico de Padmasambhava se conoce como Nyingma Öser. Nyingma Öser traspasó todas las conceptualizaciones del tiempo, del día y de la noche, de las cuatro estaciones. En la iconografía se lo representa inmovilizando el sol, usando los rayos de éste como correas.
Esto no significa que después de una vivencia sutil uno quede tan absolutamente absorto que deje de distinguir el día de la noche; más bien es que atraviesa las distinciones conceptuales entre día y noche y las cuatro estaciones, o entre el dolor y el placer y todo lo demás. Generalmente, el día y la noche y las cuatro estaciones nos consuelan porque nos dan la impresión de que nos estamos relacionando con la realidad, con los elementos. Nos decimos: "ahora estamos viviendo el verano, ahora el otoño, ahora el invierno y ahora la primavera. ¡Qué bueno es estar vivo! ¡Qué agradable es estar sobre la tierra; es el mejor lugar para un ser humano, su hogar!", "se ha hecho tarde, ya es hora de cenar", "podríamos comenzar el día con un buen desayuno" y otras mil cosas por el estilo. Nuestro estilo de vida se rige por esos conceptos. Conforme va pasando el tiempo, se presentan un montón de cosas que hacer, y relacionarnos con ellas es como columpiarnos en una hamaca, descansar en una cómoda cama al aire libre. Pero Nyingma Öser rasgó esa hamaca, y ya no podemos columpiarnos a gusto y dormir una agradable siesta al aire libre. Eso es el traspasar" (Chögyam Trungpa: "Loca sabiduría", Ed. Kairós, pág. 148). Traspasar el tiempo, atravesar el tiempo es abandonar el sistema de referencias que organizan nuestra experiencia ordinaria y experimentar el flujo que bajo ella nos sostiene. Sin más orden que el del impulso que nos lleva, atravesar el ritmo del sol y las estaciones es adentrarse en la vivencia de una temporalidad aconceptual, en la que no existe ya la comodidad de un sistema compartido, sino la exigencia y el desafío que obliga a vivir como si el tiempo no sucediera -sucediéndonos a nosotros, sucediendo en él. Padmasambhava, en su manifestación como Nyingma Öser, detuvo el sol y nos mostró que el tiempo no es solo lo que marca el ritmo de los acontecimientos, sino que ciertos acontecimientos muestran que el tiempo es el lugar donde la eternidad sucede -pues hacen posible vivirla directamente.

2 comentarios:

Xaro La dijo...

Un Placer leerte, gracias por la dedicación.

Saludos

Anónimo dijo...

Gracias a ti por tu lectura y tus comentarios