20111203

EN EL TERCER DÍA

Siempre está próxima: sucede. Cuando menos se la espera, aparece dictando el momento: "debes partir de nuevo hacia otro tiempo, en otro lugar, con otra gente, para seguir viviendo una vida distinta -la misma vida siempre, un poco más allá de la memoria". Mueren los próximos, y el libro de Padmasambhava se nos ofrece.

Con Lluís P. en la memoria, que retomó el viaje. De nuevo, hace hoy tres días.








"Oh, noblemente nacido! ¡Escucha sin vacilar! En este tercer día aparece la luz amarilla, que es la pureza del elemento tierra. Ahora, desde la amarilla Tierra Búdica meridional de Shrimat, aparece el amarillo Señor Ratnasambhava sentado en un hermoso caballo, llevando una preciosa gema que concede los deseos, en unión con su consorte Mamaki y escoltado por los Bodhisattvas masculinos Akashagarbha y Samantabhadra, y los Bodhissatvas femeninos Mala y Dhupa, un grupo de seis deidades búdicas sobre fondo de arco iris, rayos y luces. La luz amarilla de la sabiduría igualadora, la pureza del agregado de las sensaciones, amarilla y penetrante, deslumbrante y clara, adornada con relucientes gotas y gotitas, brilla desde el corazón de Ratnasambhava y de su pareja ante ti, penetrando en el centro de tu corazón, imposible de sostener con tus ojos. Al mismo tiempo, penetrando tu corazón simultáneamente con la luz de la sabiduría, brillará ante ti la tenue luz azul del reino humano. Ahora, sentirás pánico y terror ante esa brillante y energética luz amarilla, huyendo de ella. Te sentirás atraído por la tenue luz azul de los reinos humanos y te aproximarás a ellos. Pero entonces deberás reconocer sin miedo la brillante, penetrante y deslumbradora clara luz como la sabiduría. Coloca tu mente sobre ella, relaja tu atención en la experiencia de no hacer nada más. ¡O acércate a ella con fe y reverencia! Si puedes reconocerla con la energía natural de tu propio conocimiento, sin ni siquiera tener que sentir fe o realizar plegarias, te disolverá indivisiblemente con todas las imágenes y rayos luminosos y te convertirás en un Budha. Si no la reconoces como la energía natural de tu propio conocimiento, entonces realiza una plegaria y aumenta tu amor por ella, pensando: "¡Es el rayo luminoso de la compasión del Señor Ratnasambhava! ¡Me refugio en él! ¡Es el haz de rayos luminosos de la compasión del Señor Ratnasambhava, ten fe en él! ¡No te dejes seducir por esa tenue luz azul de los reinos humanos, pues es el sendero de destrucción por los pecados que has acumulado a causa de tu intenso orgullo! Si te aferras a ella, caerás en los reinos humanos; experimentarás el sufrimiento del nacimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte, y no hallarás tiempo para la liberación del ciclo de la vida. Es un obstáculo que bloquea el camino de la liberación. ¡No la mires y abandona todo orgullo! ¡Abandona su instinto! ¡No te aferrres a ello! ¡No lo anheles! ¡Ten fe en la deslumbradoramente brillante luz amarilla! ¡Dirige tu fuerza de voluntad unificada hacia el Señor Ratnasambhava y realiza la siguiente plegaria:

Cuando vago por el ciclo de la vida conducido por el orgullo intenso,
que el Señor Ratnasambhava me conduzca por el sendero de la clara luz de la sabiduría igualitaria!
¡Que su consorte Budha Mamaki me defienda en el camino; rescatadme de los peligrosos y estrechos pasadizos del estado intermedio, y guiadme hacia la perfecta Budeidad!

Así, orando con intensa devoción, te disolverás en luz de arco iris del corazón del Señor Ratnasambhava y de su pareja, y por consiguiente irás a la tierra pura meridional de Shrimat, alcanzando la Budeidad en el Cuerpo de Perfecta Beatitud." (Instrucciones para el tercer día, Bardo Thodol)

No hay comentarios: