20110514

ENTRAR EN EL SONIDO

El poder de los mantras, como los que aquí archivamos, resulta innegable; su recitación y la escucha de los mismos procuran efectos que pueden fácilmente percibirse en el propio estado de ánimo, la energía disponible y la actitud con la que podemos enfrentar las actividades cotidianas. Preguntarse en qué reside su capacidad de influencia sobre nuestra condición no es sólo un rasgo de curiosidad intelectual -también legítima- sino que permite también, al conocerla, ampliar el campo de lo que por ella está en juego en cada uno y en todos: reconociendo lo que los hace efectivos podríamos ir hacia lo que es efectivo de otras experiencias humanas análogas, y enfocar hacia ahí para recibir su provecho y ofrecerlo. En "Tantra de la fuente suprema" (Ed. Kairós, Barcelona, 2008, pág. 140) se da una explicación directa: "Kunje Gelpo le dice a menudo a Sattvavajra: "Dirige la mente hacia el oído", esto es, hacia el sonido, lo que resulta muy significativo, puesto que el sonido es el principal medio de comunicación. Un mantra, por ejemplo, sólo es eficaz cuando se pronuncia o se recita, porque es a través del sonido como adquiere un poder determinado. Especialmente, para nosotros que vivimos en la dimensión humana, cualquier visión que percibimos, tanto si es buena como mala, es energía viva que se manifiesta externamente. Cuando vemos algo, también existe su energía y, de hecho, es gracias a ésta como también podemos ver y percibir con los otros sentidos. ¿Pero cuál es el medio a través del cual esta energía puede entrar en contacto con nosotros? El sonido. Y estar en el plano del sonido significa estar conectado con la energía. Por este motivo, en el tantra encontramos a menudo el consejo de "entrar en el sonido". Reconociendo la fuente del poder de los mantras podemos darnos cuenta de la eficacia esencial del sonido como estímulo que nos conecta con la realidad del mundo. No hace falta estar sordo para oírlo.

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