20100916

-VIDA DE MONJE

En la biografía de Padmasambhava encontramos fácilmente un cúmulo de paradojas que enriquecen la comprensión de su verdadera naturaleza. Siendo por un lado, la manifestación más libre de la energía que explora, investiga, transgrede, destruye y construye -la "loca sabiduría" de la que habla el autor del texto que citamos abajo, Chögyam Trungpa-, es también en otros momentos el que se somete estrictamente al rigor de las reglas monásticas para descubrir la condición esencial que sus prácticas sostienen. Entender lo que Trungpa sugiere en relación a ello supone un desafío para la mente analítica acostumbrada a razonar por exclusiones, pero puede presuponerse que la disciplina monástica, con sus rutinas estables, sus compromisos de conducta y el entrenamiento sostenido de ciertas actitudes, genera un espacio sólido en el que puede aparecer la condición limpia de la vida, en su fluir sin interferencias y despejado de interpretaciones, intereses, proyecciones y adherencias. Viene a la mente la analogía con un laboratorio, en el que todo el esfuerzo se centra en preservar limpio el lugar donde el experimento va a desarrollarse tal cuál es, en su verdadera condición. Quizá lo que la vida monástica posibilita es permitir que suceda así, y que los fenómenos de la vida sean sólo lo que son, en sus elementos puros y sus procesos independientes, sin otras variables que los distorsionen o influyan. Mantenerla sosteniendo sus reglas es preservar limpio el espacio en que la vida puede ser verdaderamente libre, y es posible entender que no hay contradicción en ello, aún cuando no sea sencillo ni estemos acostumbrados a verlo así. La disciplina como condición de la libertad, también eso está en la biografía de Padmasambhava como un mandato que nace de su ejemplo. El texto al que aludíamos sigue ahora: "La siguiente etapa de la vida de Padmasambhava nace de su necesidad de ser aceptado en un monasterio. Era importante que recibiera la ordenación de bhikshu o monje, y que se integrara en la vida monástica, pues ésta le proporcionaría una situación de disciplina. Padmasambhava fue ordenado por Ananda, discípulo y ayudante personal del Buda. Recibió el nombre monástico de Shakya Simha -Shakya Senge en tibetano-, que significa "León de la tribu de los shakyas". Era uno de los epítetos del Budha (llamado también a veces el "sabio de las shakyas", "Shakyamuni") y al recibir este nombre Padmasambhava se identificó con la tradición del Buda. Este hecho es de suma importancia, porque es necesario tener una relación muy estrecha con el linaje. De modo que Padmasambhava se unió al linaje y se dio cuenta del papel vital que éste desempeña.
El linaje del Buda es un linaje que se caracteriza por una cordura fundamental y constante, una manera sana de enfrentarse a la vida. Hacerse monje signfica llevar una vida sana -sana y santa-, porque consiste en compenetrarse totalmente con las cosas tal cual son. Para un monje nada pasa inadvertido. El monje encara la vida consciente de que el momento presente le permite experimentar realmente algo vivo y percibir el sentido de la totalidad, sin dejarse llevar por la pasión, la agresión ni por nada. Sencillamente enfrenta las cosas como se lo permite la vida monacal, es decir, tal cual son."(Loca Sabiduría, Ed. Kairós. Barcelona, 1994. Pág.64)

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