20090817

-ÁRBOL DE REFUGIO

Quizá empiezo a entender en estas semanas últimas qué significa realmente en el budismo "tomar refugio". Considero, en función de circunstancias personales que omitiré ahora, que se trata realmente de substituir el propio árbol genealógico por otro -el árbol de refugio- voluntariamente elegido, y organizado sobre el eje de una comunidad espiritual. Los vínculos familiares de sangre que nos fueron dados por las circunstancias en que nos tocó nacer, quedan atrás. Son sin embargo y serán siempre el marco permanente del que procedemos, pero la raíz de la que nos alimentamos ya es otra. Situarse internamente y comprometerse públicamente con un linaje, con una tradición, reconocerse como una minúscula parte del árbol de refugio cósmico nos reubica en el mundo. Se trata entonces de la genealogía que elegimos, y por la que los condicionamientos del linaje familiar heredado quedan superados. Nos situamos en otro orden de cosas, y en otra red de vínculos. Siempre seremos hijos de nuestros padres y hermanos de nuestros hermanos, pero es posible llevar a cabo la elección por la que nos identificamos de verdad con otra posición distinta en el orden del mundo. Tomar refugio, con las palabras que alcanzo por ahora a decirme, es eso.



Las imágenes de los árboles de refugio, en la tradición Nyingma al menos, presentan casi siempre a Gurú Rinpoché en el centro, abrazado a Yeshe Tsogyal, recibiendo del cielo y enraizando en la tierra. En la imagen superior, se sitúa sobre un loto de cinco brazos, que emerge del lago Danakosha donde fue hallado Padmasambhava. El ambiente es fragante y las flores irradian luz. Ambos consortes sonríen y nos miran directamente, llenos de compasión por todos los seres sintientes. En la rama que se sitúa ante el Gurú, aparece Buda Shakyamuni, y a su derecha, el Buda del pasado, Dipankara, y a la izquierda, el Buda Maitreya que aparecerá en el futuro. En la rama a la izquierda del Gurú Rinpoché, aparecen los grandes arhats como Ananda, Kashyapa, Sariputra, vestidos con los hábitos monásticos; y en la rama de la derecha, los Bodissatvas Manjusri, Avalokiteshavara y otros, con largos cabellos y joyas relucientes. En el cielo, sobre Padmasambhava, el linaje completo de la tradición Dzogchen de la escuela Nyingma. El árbol se enraiza en el centro del lago. La visualización del árbol de refugio va acompañada de un sentimiento de respeto y pensamientos felices. El gesto que la acompaña en el cuerpo es la postración física; en la mente, la devoción y la plena confianza; y en el habla, la recitación de palabras sagradas. Al postrarse visualizando el árbol de refugio, imaginamos también que lo hacen todos los seres sintientes, y a nuestro lado, lo hacen nuestros padres. Un comentario más detallado de la imagen puede encontrarse aquí, http://www.turtlehill.org/tree.html , en inglés.

Existen otros árboles de refugio, en otras tradiciones en las que Padmasambhava no ocupa la posición central. Siempre son objeto de visualización detallada para los practicantes vajrayana; mirarlos con mera curiosidad, incluso sin hacerlos objeto de práctica meditativa, intensifica la fuerza de lo que a través suyo está en juego. Se trata de un medio útil para reubicarse en el mundo, y de algún modo, reordenarlo también al encauzar nuestra genealogía familiar hacia una dimensión distinta. Al postrarnos nosotros ante el árbol de refugio, la consigna ritual es imaginar también que lo hacen nuestros padres a la vez. Al resituarnos nosotros, también nuestro origen se recoloca en una dirección distinta.



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